MI HIJO NO COME: QUE HACER Y QUE NO HACER

Que los niños alrededor del año dejen de comer y se pongan selectivos con los alimentos, es algo que muchas ya sabemos pero el punto es como lo manejamos, porque sin duda alguna del manejo que se le dé, está la clave para salir airosas de esta etapa, entonces partiendo de esto, a continuación te digo brevemente que hacer y qué no hacer:

• No regañar: Esto es lo primero que nos sale porque así lo hicieron con nosotras, pero es la peor opción si queremos que se alimenten mejor, ya que al final solo creamos un ambiente hostil alrededor del momento y eso los lleva a no querer que llegue la hora de comer.
• Chantajear: Acá lo chistoso es que ofrecemos algo no sano a cambio de que coman algo sano, y si lo analizas trasmites el mensaje de que lo sano hay que comerlo por obligación y no por placer, y que lo otro es algo prohibido que obtienen como un premio y no queremos ni lo uno ni lo otro, es decir, por lo menos yo pienso que debemos apuntarle a que prefieran siempre comer cosas sanas y nutritivas pero tampoco se flagelen cuando de vez en cuando coman un postrecito y que no dependan de esperar un premio a cambio de algo tan básico y necesario como nutrirse.
• Pelear: pelearnos con nuestros hijos es algo que va minando la relación que tenemos con ellos y en este caso de la comida peor aún, va generando una aversión por los alimentos.

Y ahora que te he mencionado los errores capitales que no debes cometer te dejo unas pautas sencillas para que los pequeños coman mejor o por lo menos son buenas prácticas de crianza y nutrición, teniendo en cuenta que no todo funciona con cada niño y que seguro habrán sugerencias que podrás aplicar con tu hijo y otras que no:

• Cambiar la silla de comer a otro sitio: Esto es un cambio sencillo pero que puede hacer una diferencia enorme, porque la novedad para ellos puede generar una motivación o más ganas de explorar con los alimentos que tienen a su disposición.
• Ofrecer alimentos sanos y no llenarlos de comida basura: Muchas veces es tal nuestro afán porque ingieran algo que nos sentimos felices hasta por un helado que se coman, (lo digo por experiencia) y lo cierto es que si tu esperas que tenga ganas y hambre para algo nutritivo no puedes llenar su pequeña barriguita con comida basura como le llamo yo.
• Ofrecer porciones pequeñas a lo largo del día: Hay niños que no son de comer una sola porción grande de algo, son más del picoteo y con esos pequeños pues lo mejor es ofrecer bocanadas saludables y variadas a lo largo del día, que si al final sumas cada cosita que se comió te darás cuenta que fue bastante.
• Dejarlos comer en el suelo: jajajaj sé que te suena raro esto, pero no quiero decir que coman del suelo, sino que se echen todos al suelo como si fuera un picnic familiar y claro cubriendo con un tapete de plástico de esos que se lavan bien, que si cae algo allí lo puedan coger otra vez y metérselo a la boca.
• Dejarlos participar de la preparación y de guardar la compra: Con los niños más pequeños que vayan cogiendo las frutas y echándolas en la gaveta de la nevera ya es un buen trabajo y con los más grandes que preparen, piquen y corten alimentos a tu lado, puede hacer una gran diferencia, además de ofrecerles una experiencia sensorial distinta, ya que algunos chiquitos no comen no porque no quieran sino por rechazo a ciertas texturas.
• Hacer juegos sensoriales con comida: Como decía en el punto anterior, algunos no comen es por rechazo a ciertas texturas, por un problema sensorial, por eso es importante realizar este tipo de actividades y que puedan familiarizarse con ellas.

Por ultimo te digo que como madre entiendo lo que te está pasando, pero te quiero dar un parte de tranquilidad y animar a que no te preocupes, sino que te ocupes del asunto, pero entendiendo que es una etapa normal y que tu hijo come menos porque su crecimiento se ha ralentizado. Además quiero advertirte que huyas de los remedios milagrosos para abrir el apetito que lo único que hacen es manipular unas áreas del cerebro y provocar que el niño coma más, pero no porque tenga ganas, sino porque literalmente su cerebro está siendo manipulado, por un medicamento que ni siquiera es para eso. Esto no lo digo yo, lo dice la ciencia.

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