Antes de hablar de estimulación, sin duda es importante que como padres y madres conozcamos la evolución del lenguaje infantil, en arás de estar atentos a cualquier desfase que observemos o cualquier signo que nos pueda alarmar.
El concepto de estimulación por su parte hace rato que dejó de entenderse como una serie de actividades que le hacen a nuestros hijos en centros especializados, cosa que no está mal, pero hoy en día afortunadamente sabemos que podemos y mucho mas aún, debemos estimularles en el seno del hogar desde que nacen
Dicho lo anterior, podemos empezar a entender la gran importancia de estimular el lenguaje y tomar acciones preventivas, para disminuir e inclusive descartar posibles retrasos en esta área que afecta otras.
A continuación te dejamos una serie de actividades e ideas para que empieces desde ya a trabajar el lenguaje de tu pequeño en casa:
- Canciones, juegos con los sonidos o palabras y rimas: Antes de empezar a decir su primera palabra lo mas probable es que tu hijo empiece a jugar con los sonidos que le rodean, por tanto podemos aprovechar para estimular con onomatopeyas, ritmos y combinaciones de silabas y sonidos que le llamen la atención, por ejemplo: onomatopeyas como la de gato, perro o de acciones frecuentes como estornudar, reir o llorar, de sistemas de transporte como carro o tren y de expresiones de uso cotidiano. Esto que puede sonar una perdida de tiempo, en realidad son actividades que le ayudan a tu hijo a asimilar un amplio repertorio que le sirve para utilizarlo en los sonidos de las palabras. Recuerda eso si procurar llamar su atención antes de empezar con el juego, por ejemplo haciendole preguntas: ¿Escuchaste ese sonido? parece un tren ¿ Y cómo hace?
- Libros: No importa si es un bebé de brazos, desde pequeños podemos y debemos introducirlos en el fascinante mundo de la lectura que nos aporta muchísimo a la imaginación y enriquece nuestro vocabulario. Lo importante en este sentido es que sepas identificar el libro adecuado, para lo cual debes fijarte en que las ilustraciones sean manipulables fácilmente, de un material resistente y con historias acordes para su nivel de entendimiento y su edad.
- Enséñale como se llaman los objetos que le rodean: Asi te parezca tonto, no lo es en lo absoluto, por eso te invito a que de ahora en adelante cuando vayas a mercar, por ejemplo, le nombres todo lo que vas echando en el carrito y le digas los nombres de las frutas, verduras y todo lo que puedas. Ya sabes que al hablarle a tu hijo lo debes hacer con frases cortas, sencillas, descriptivas, mirándole a los ojos y preferiblemente mostrándole el objeto o haciendo referencia a la situación; además evita los diminutivos, porque una cosa es hablarles en tono agudo (habla maternal) y otra es reforzar las palabras que se establecen como errores de articulación y producción.
- Completa sus intentos comunicativos: Ojo que no se trata de no dejarles hablar, pues debemos darles libertar y tiempo para que se expresen, pero también podemos ayudarles a completar sus producciones sobre todo cuando sabemos que no podrán opara añadir algo a la frase, para o confirmar lo que están diciendo y así brindarles el modelo correcto.
- ¡Aprovecha el día a día: A veces los días pasan muy rápido y cuando venimos a ver se nos fue y ni conversamos con nuestros pequeños, por eso la invitación es a que no desaproveches las actividades diarias, date el tiempo de estimular su lenguaje y otras áreas del desarrollo en el momento del baño, la comida, o cuando se están vistiendo, como por ejemplo diciendo todo lo que vamos haciendo: «Te voy a poner una camisa de color rojo» «Ahora comemos manzana (la muestras) y luego banana (haces lo mismo).
Ya lo sabes, cualquier oportunidad y momento es bueno para estimular e impulsar el lenguaje de nuestros hijos, que es sin duda uno de los hitos mas trascendentales que pueden adquirir en la infancia. Pero si quieres tener mas ideas y conocimiento para impulsar y estimular el lenguaje de tu hijo mayor de 18 meses que sientes que esta estancado un poco en este aspecto, no pierdas tiempo y apúntate al Taller ¡Auxilio! Mi hijo no habla